Las primeras emisiones públicas de radio tienen lugar por
primera vez en el año de 1912, a raíz de la proliferación de señales de radio
provenientes, en especial, del transporte marítimo y de las estaciones
terrestres de comunicación. Muchos teóricos dicen que la radio pública se
originó como consecuencia de las enormes dificultades de comunicación
evidenciadas durante el hundimiento del Titanic (12 de abril de 1912), ya que
éste trató de comunicarse durante tres días sin lograr una respuesta eficaz de
las embarcaciones o puertos cercanos, haciendo que, una vez ocurrida la
tragedia, se crearan ciertas reglas de emisión radiofónica para cada país, todo
ello con el fin de lograr un sistema de comunicaciones más eficiente.
En 1920 le son asignadas, por primera vez, algunas
frecuencias exclusivas a las estaciones de radio de Estados Unidos. A partir de
este año empiezan a nacer diferentes estaciones, así como a aparecer las
primeras cadenas radiales, las cuales operaban con distintas estaciones en
diferentes partes de un mismo país; sin embargo, en esta época eran los
gobiernos los que más utilizaban la radio, ello debido al poder y al alcance
masivo que ésta tiene.
En 1922 nace la radio comercial, cuyo fin, inicialmente, era
el de emitir cuñas publicitarias, pero tan sólo un año más tarde se empiezan a
emitir programas de narraciones e historias, descubriéndose que lograban una
gran audiencia. En 1932 aparecen los |discjockeys y, con ellos, los estribillos
(los famosos |jingles) para los comerciales cantados.
Cuando apareció la televisión, en 1948, se pensó que la
radio iba a acabarse, sin embargo esto no sucedió, sino que, por el contrario,
se hizo cada vez es más fuerte, pues, hasta hoy, ésta llega a un sinnúmero de
personas que no pueden ver ni leer, así como a otras tantas que, en sus labores
cotidianas, buscan en ella compañía.
Fue el presidente Miguel Abadía Méndez quien inauguró, en
1929, la primera radiodifusora en Colombia, llamada HJN. Unos meses más tarde
nace, con el nombre de La Voz de Barranquilla, la primera emisora en
Barranquilla (la infraestructura necesaria para mejorar las comunicaciones
había sido instalada, en el año de 1923, por la empresa Marconi Wireless Co, la
cual fue, durante veinte años, la única empresa en el país que llevó a cabo
esta tarea).
La primera emisora comercial en el país nace en 1931 (su
nombre era HKF). A partir de ese momento nacieron muchas emisoras comerciales,
a la vez que se implantó la reglamentación que habría de controlarlas. Al
principio, estas emisoras eran dirigidas por una sola persona, quien se
encargaba de operarlas y, en general, de llevar a cabo todas las tareas que
exigía cada una de ellas, de tal suerte que éstas funcionaban
intermitentemente, dependiendo de la disponibilidad de tiempo y recursos de sus
dueños, lo cual hizo que las emisoras comenzasen a hacer, por su cuenta, cuñas
radiales, las cuales, a pesar de su falta de profesionalismo, se convirtieron
en el medio preferido de las marcas para hacerse conocer.
Lo anterior dio lugar a una lucha entre la radio y la
prensa, hasta el punto de que ésta última logró que, en 1934, se emitiese un
decreto que prohibía a las emisoras radiales leer las noticias publicadas por
los periódicos, lo cual sólo podía hacerse doce horas después de que éstos
hubiesen sido publicados. No obstante, el auge de la radio, debido a su
capacidad de inmediatez y a su agilidad, era evidente, haciendo que a los
medios escritos no les quedase otra opción que la de negociar al ver el gran
interés que el gobierno tenía en este nuevo medio. Este crecimiento se dio
sobre todo entre 1935 y 1940, años en los que se importaron modelos radiales de
Estados Unidos y en los que la inversión por parte de la empresa privada y del
sector público en los medios radiofónicos era cada vez mayor.